Una guía sobre lo que implica la inteligencia emocional
Tabla de contenidos
- ¿Qué es la inteligencia emocional y por qué es importante?
- Los 5 pilares de la inteligencia emocional
- La inteligencia emocional en diferentes áreas de vida
- Mitos y verdades sobre la inteligencia emocional: Desmitificar creencias comunes.
- Conclusión
¿Alguna vez has experimentado momentos en donde sientes que tus emociones toman el control? ¿Te has sentido abrumado por la ira, la tristeza o la ansiedad? Aprender a identificar y gestionar nuestras emociones es fundamental para nuestro bienestar integral y bienestar mental. Esto tiene que ver con la inteligencia emocional, ya que es aquella habilidad que nos proporciona las herramientas necesarias para adentrarnos y aprender a manejar toda la amplia gama que experimentamos en nuestro día a día. A continuación, se explicará en qué consiste y los elementos que la conforman.
¿Qué es la inteligencia emocional y por qué es importante?
Para poder desmenuzar en qué nos sirve la inteligencia emocional, es fundamental abordar primeramente lo qué significa. Según Daniel Goleman (1995) en su libro de Inteligencia Emocional, esta se define como una habilidad para recibir, analizar, comprender e incluso regular las emociones que se experimentan tanto a nivel intrapersonal como interpersonal, dónde también se ven influidos los pensamientos y conductas de la misma persona. Con esta definición se puede entender que realmente las emociones tienen un peso importante dentro de vida de todo ser humano. Ya que hay una afectación tanto a nivel cognitivo, conductual y esto en cada área en la que nos desenvolvemos, como en lo laboral, personal, de pareja, social entre otras, impactando también nuestro bienestar emocional.
La inteligencia emocional se puede entender de igual forma como la capacidad que tenemos para motivarnos, para ser resilientes a pesar de que las cosas no nos salgan acorde con lo que teníamos previsto, saber cómo controlar los impulsos al momento de accionar, regular nuestras emociones, saber nombrar cómo nos sentimos, tener una capacidad de empatizar con otras personas. Esto juega un papel crucial en la psicología laboral, ya que un ejemplo de esto, es cuando alguien nos critica, experimentamos una emoción, la identificamos y decidimos de si responder con ira o buscar entender su perspectiva y actuar de manera asertiva.
Para terminar de comprender qué es la inteligencia emocional, es relevante hacer mención de que las emociones son aquellos movimientos interiores con los que respondemos ante las situaciones que nos ocurren. Son reacciones emocionales automáticas y estás nos mueven en una dirección específica en torno a nuestras conductas. Por otro lado, están los sentimientos, es cuando logramos nombrar a la emoción que estamos experimentando, cuando ya podemos identificarlo y si se siente en un tiempo prolongado, lo podemos llamar un estado de ánimo.
Habiendo entendido el concepto de esta habilidad, puede llegar a ser más sencillo el entender por qué es importante en nuestra vida. Básicamente si nuestras emociones tienen tanta relevancia en la manera en la que interactuamos con nosotros y con el mundo. Por ende, la inteligencia emocional es clave para nuestro bienestar mental y viene siendo una parte fundamental de nuestra experiencia humana. Myriam Muñoz Polit (2010) afirma que la vida emocional en cómo nos comportarnos, percibimos y actuamos de cierta manera a través de los diversos momentos en nuestra vida, el experimentar emociones y saber cómo regularlas se va a relacionar en las decisiones que tomamos para nosotros y para los demás, en cómo nos desenvolvemos con nuestro entorno y al final de cuentas cómo funcionamos en una sociedad con otros individuos.
Los 5 pilares de la inteligencia emocional
A continuación se explican los componentes de la inteligencia emocional:
- Autoconocimiento
Hay que estar conscientes de nosotros mismos y lo que nos conforma como individuos, para poder entender cómo las situaciones nos afectan, ya que al final de cuentas, cada cabeza es un mundo, entonces hay que darnos a la tarea de intentar indagar en cómo es nuestro mundo interno. Esto involucra la historia de vida, nuestros gustos, competencias, metas, áreas de oportunidad, reacciones, antecedentes, etc. - Autorregulación
Aquí entra la famosa frase de “Pensar antes de actuar”, para aprender a responder emocionalmente de manera adecuada. Entra el regular cómo nos sentimos ante ciertas situaciones para decidir cómo actuar de la mejor manera posible, controlando los impulsos y tomando decisiones tomando en cuenta tanto a la propia persona, como a los demás y el contexto en el que se encuentra. - Automotivación
Saber identificar qué es lo que realmente nos importa y nos mueve para nuestro día a día. Esto ayuda a promover la resiliencia ante las diversidades en las que nos encontremos. Significa aprender a motivarnos a nosotros mismos usando las herramientas que conozcamos en ese momento, para poder conseguir nuestros objetivos. - Empatía
Es la capacidad de entender las emociones y la experiencia humana de otra persona. Va más allá de “ponernos en sus zapatos”, viene siendo aquella comprensión profunda sobre su contexto, su vida, sus emociones e incluso sus decisiones, separándolo de las propias creencias y opiniones. - Habilidades sociales
El saber comunicarse eficaz y asertivamente es un punto fundamental, poder influir, persuadir y gestionar diferentes conversaciones con otras personas.
Para conocer más sobre lo que implica la inteligencia emocional, te recomiendo ver el siguiente video: https://www.youtube.com/watch?v=Vf7N6ADsmKg
La inteligencia emocional en diferentes áreas de vida
Como ya se fue abordando, esta habilidad se permea en todos los aspectos en dónde nos relacionamos con nosotros mismos y con los demás. Por ende, en todas las áreas de vida, desde los aspectos más triviales hasta aquellos que pudiéramos considerar vitales en nuestra crecimiento y desarrollo.
- Área de desarrollo personal: Al ser capaces de identificar y gestionar nuestras emociones, nos ayuda a tener mayor bienestar emocional porque sabemos cómo manejar y reducir aquellas emociones desagradables como el estrés, la ansiedad, el enojo, la tristeza, que aunque son necesarias para nosotros y cumplen con un objetivo, es importante aprender a regularlas. Asimismo, nos ayuda a tener más factores de protección que nos favorezcan a prevenir condiciones de salud mental o problemas emocionales. Como se abordó anteriormente, los pilares de la inteligencia emocional nos aporta para conocernos mejor, que eso inevitablemente promueve el aumento de autoestima y la posibilidad de encontrar el sentido a nuestra vida.
- Área laboral: Independientemente de cuál sea nuestro trabajo y de si convivimos o no con muchas personas, la inteligencia emocional nos va a servir para ser más productivos. Ya que se saber gestionar el estrés efectivamente, logrando enfocarse en objetivos, puede influir en liderar equipos con éxito. Esto debido a que la comunicación será asertiva y se construyen relaciones profesionales sólidas. Definitivamente el saber gestionar las emociones propias y entender las de los demás ayuda a que el equipo de trabajo tenga más herramientas para crear un buen ambiente laboral y para que sea más eficiente la operación aumentando el sentido de pertenencia, reduciendo el ausentismo y las condiciones de salud mental que al final también termina afectando de manera grupal en una empresa. Nosotros como Fundación FENL tenemos varios servicios que aporta a que los colaboradores de las empresas tengan un mayor bienestar y se llega a relacionar con el tema de la inteligencia emocional, unos de los servicios son el Modelo ELA y el Programa de Salud Emocional, estos los puedes revisar a profundidad en la sección de servicios dentro de nuestra página.
- Área de relaciones interpersonales: Los seres humanos somos seres sociales, es decir que constantemente nos encontramos formando conexiones y relaciones con los demás. Obviamente habrá algunas más fuertes que otras, con nuestros amigos, familia, pareja e incluso compañeros de trabajo, para ello es necesario comunicarnos y con la intención de que esto se logré de manera satisfactoria. Ayuda el hecho de poder comprender las emociones tanto propias como ajenas. Por ejemplo al momento de nosotros expresar nuestras necesidades y escuchar las del otro, resolver conflictos constructivamente y ser empáticos con él otros, formando relaciones sanas y que nos aporte.
- Área financiera: Podemos llegar a tener una relación con nuestro dinero que está involucrada con nuestras experiencias de vida y emociones. Por lo que la inteligencia emocional en esta área específica se puede relacionar al tomar decisiones más racionales, en lugar de tomarlas desde el miedo o la euforia, evitamos tomar decisiones impulsivas, obteniendo una salud financiera más estable.
- Área de pareja: Nos permite comprender las necesidades emocionales del otro y establecer un vínculo con mayor significado y profundidad. Se logran resolver conflictos de maner constructiva desde un espacio de madurez y responsabilidad afectiva, lo cual fomenta una intimidad emocional auténtica. Que es en dónde se promueve la confianza y cercanía con la otra persona, así como con nosotros mismos.
Mitos y verdades sobre la inteligencia emocional: Desmitificar creencias comunes.
Es un hecho que la investigación del entendimiento hacia las emociones ha formado parte de la historia de la humanidad por mucho tiempo. Y a pesar de que hoy en día se tenga información sobre esta habilidad de la inteligencia emocional, siguen existiendo dudas al respecto e incluso mitos que ha influido a que las personas tengan un visión distorsionada del concepto de esta. Vamos a revisar algunos de los mitos más comunes:
El primer mito es: la inteligencia emocional no se puede desarrollar. La verdad es que hay que recordar que es una habilidad, por ende es algo que se puede aprender y practicar. Así como lo es la inteligencia matemática, el deporte, la inteligencia musical, etc. Pueden haber personas que por su personalidad y contexto, tengan mayor facilidad a desarrollar la inteligencia emocional, sin embargo, cualquier persona lo puede trabajar.
El segundo mito es: las personas con alta inteligencia emocional siempre están felices o no se ponen tristes. La verdad es que el saber gestionar las emociones no va a hacer que solo se experimentan emociones agradables como la felicidad, calma y motivación, y ese tampoco es el objetivo de la inteligencia emocional, ya que todas las emociones tienen un objetivo y es importante aprender a detectarlas, validarlas, darles un lugar y gestionarlas. Es por ello que aún y si se tiene muy desarrollada esta habilidad, se siguen experimentando las emociones desagradables, como la tristeza. Lo que cambia es cómo las manejan y de qué forma les afecta en su funcionalidad.
Otro mito es: la inteligencia emocional es lo mismo a ser empático o sensible. En realidad la empatía aunque es un componente de esta habilidad, como lo vimos anteriormente, no es todo lo que implica. Ya que también se tienen que considerar los demás elementos en conjunto.
Sabías que ¿conocer el nivel de inteligencia emocional que tiene una persona puede predecir el éxito más que el coeficiente intelectual (CI)? En realidad tiende a ser un predictor más fuerte para el éxito integral en la vida de alguien, ya que con esto se puede englobar cómo se relaciona con las demás personas, su capacidad de liderazgo, cómo se adapta a los cambios, así como la satisfacción y bienestar personal que puede identificar la persona en su vida actual.
Conclusión
Para concluir, podemos decir que la inteligencia emocional es una habilidad compleja. Sin embargo, es una hablidad alcanzable para cualquier persona, puede desenvolverse de diferentes formas para cada quien e incluso en las diferentes etapas de vida. Nos permite navegar por la amplia gama de emociones que todo ser humano llega a experimentar. Esto con el objetivo de desarrollarnos mejor en nuestros ámbitos individuales y grupales. Te invitamos a reflexionar cómo está actualmente tu inteligencia emocional y si la tienes trabajada o no, vale la pena el preguntarnos esto. Trabajar en ello será una inversión para todas las áreas de nuestra vida, brindándonos mayor plenitud y significado.
Referencias:
Salovey, P., & Mayer, J. (1990). Inteligencia emocional. Imaginación, conocimiento y personalidad, 9(3), 185-211.
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