Nombre del autor:Esther Castañeda Quiroz

Bienestar Laboral: ¿Cómo Construir Espacios de Trabajo Más Humanos?

Resumen. Las empresas están reconociendo que priorizar la salud mental de sus empleados es crucial para el éxito organizacional y el bienestar laboral. Un liderazgo empático, comunicación abierta y flexibilidad fomentan un ambiente saludable que reduce el estrés, el ausentismo y la rotación. Invertir en salud mental no solo mejora la productividad y la motivación, sino que también atrae y retiene talento, construyendo un futuro laboral más humano y sostenible.

Durante años, hablar de salud mental en el entorno laboral era casi un tabú. Se esperaba que los empleados dejaran sus problemas en la puerta y que la productividad fuera el único termómetro del desempeño. Sin embargo, el panorama está cambiando drásticamente. Cada vez más empresas reconocen que la salud mental no es solo un asunto individual, sino un componente clave de la cultura organizacional y un pilar fundamental para el éxito sostenido y el bienestar laboral.

Este cambio de mentalidad no ha ocurrido de la noche a la mañana. Factores como la pandemia global, el auge del teletrabajo y una creciente conciencia sobre el bienestar en el trabajo han hecho que los líderes empresariales presten más atención a cómo el ambiente laboral impacta el estado emocional de sus colaboradores. Un trabajador estresado o emocionalmente agotado no solo es menos productivo, sino que también puede afectar negativamente el desempeño del equipo y, en consecuencia, el éxito de la organización. La inversión en salud mental en empresas se traduce directamente en una mayor retención de talento, reducción del ausentismo y un aumento generalizado de la creatividad y la innovación.

Pero, ¿cómo pueden las empresas crear una cultura laboral que promueva la salud mental? No basta con implementar programas de bienestar organizacional de manera aislada; es necesario transformar la forma en que se gestiona a las personas, se comunican las expectativas y se reconoce el esfuerzo. Este enfoque integral es crucial para un clima laboral verdaderamente saludable.

La Cultura Empresarial: Mucho Más que Valores en la Pared

Muchas organizaciones tienen una lista de valores corporativos en sus sitios web o enmarcados en sus oficinas, pero la verdadera cultura empresarial se manifiesta en la práctica diaria. La forma en que los empleados interactúan, cómo se toman las decisiones y qué comportamientos se premian o se castigan determinan la experiencia laboral mucho más que cualquier declaración escrita.

En una cultura laboral sana, los trabajadores sienten que tienen voz, que su esfuerzo es valorado y que su bienestar es una prioridad real. En cambio, cuando la cultura está marcada por la presión extrema, la falta de reconocimiento o la poca empatía, el estrés y el desgaste emocional no tardan en aparecer. Un entorno tóxico puede generar serias consecuencias para la salud mental , como el síndrome de burnout, caracterizado por agotamiento extremo, cinismo y una disminución del rendimiento. Estudios han demostrado que el estrés laboral crónico también puede contribuir a la ansiedad, la depresión y otros problemas psicológicos. Además, los ambientes laborales hostiles pueden generar un clima de desconfianza , aumentar la rotación en empresas y afectar la reputación de la empresa. Por ello, construir una cultura organizacional más humana y empática no solo es una responsabilidad ética, sino también una estrategia inteligente para mejorar la productividad, la retención del talento y la imagen corporativa.

¿Por qué la salud mental debe importar a las empresas?

Invertir en el bienestar mental de los empleados trae múltiples beneficios. Cuando los trabajadores se sienten bien emocionalmente, su rendimiento mejora. Son más creativos, comprometidos y colaborativos. Según un estudio de la Universidad de Oxford, los empleados felices son, en promedio, un 13% más productivos. Este incremento en la motivación laboral tiene un impacto directo en los resultados de la empresa.

Además, un ambiente que prioriza la salud mental en empresas reduce el ausentismo laboral. El estrés y la ansiedad no solo afectan el desempeño, sino que pueden llevar a enfermedades físicas, lo que se traduce en más bajas médicas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que la depresión y la ansiedad cuestan a la economía mundial aproximadamente 1 billón de dólares al año en pérdida de productividad. Al abordar la salud mental, las empresas no solo demuestran responsabilidad social, sino que también protegen su capital humano/recursos humanos y sus resultados financieros.

Por otro lado, una cultura empresarial que valora el bienestar de sus empleados mejora la reputación de la empresa. Las nuevas generaciones de trabajadores buscan empleadores que prioricen el equilibrio entre la vida personal y laboral. Empresas que fomentan un ambiente sano y flexible atraen y retienen mejor el talento, lo que a largo plazo se traduce en menor rotación en empresas y mayores índices de satisfacción laboral. Esto convierte a la salud mental en empresas en un diferenciador clave en el mercado actual.

Claves para fomentar una cultura organizacional que priorice la salud mental

Crear un ambiente de trabajo más humano requiere un enfoque integral. No basta con ofrecer beneficios como acceso a terapia o actividades de relajación si la cultura empresarial sigue promoviendo la sobrecarga laboral y el estrés constante. A continuación, se presentan algunas claves para construir un espacio de trabajo más saludable y promover el bienestar laboral:

1. Liderazgo empático y abierto

Los líderes tienen un papel crucial en la cultura empresarial. Un jefe que escucha, que muestra comprensión y que se preocupa por el bienestar de su equipo genera un entorno de confianza y apertura. Un liderazgo empático implica:

  • Fomentar el diálogo abierto sobre el bienestar emocional.
  • Estar atento a señales de agotamiento en los empleados.
  • Demostrar flexibilidad en momentos de crisis personal.

Un ejemplo claro de liderazgo empático es la política de «puertas abiertas», donde los empleados pueden acudir a sus líderes sin temor a represalias. También se ha demostrado que los equipos liderados por personas con habilidades de inteligencia emocional tienen un mejor desempeño y menor nivel de rotación. La capacitación a empleados en estas habilidades es fundamental para desarrollar un liderazgo en empresas efectivo.

 

2. Comunicación transparente y sin juicios

La cultura del silencio en el trabajo puede ser peligrosa. Cuando los empleados sienten que no pueden expresar sus emociones o preocupaciones sin miedo a ser juzgados, los problemas se acumulan y el estrés se intensifica. Para fomentar una comunicación saludable y un mejor clima laboral, las empresas pueden:

  • Implementar encuestas anónimas sobre bienestar.
  • Organizar reuniones periódicas para hablar sobre salud mental.
  • Capacitar a los líderes en escucha activa.

Un buen ejemplo es el de empresas que han implementado reuniones semanales dedicadas al bienestar, donde los empleados pueden compartir cómo se sienten y recibir apoyo. Esto promueve un ambiente de confianza y fortalece la cultura organizacional.

 

3. Flexibilidad laboral y equilibrio entre vida laboral y personal

El equilibrio entre el trabajo y la vida personal es esencial para la salud mental. La rigidez en horarios y modelos de trabajo puede aumentar el estrés y la sensación de agotamiento. Las empresas pueden mejorar este aspecto mediante:

  • Horarios flexibles que permitan adaptar el trabajo a las necesidades personales.
  • Opción de teletrabajo o modelos híbridos.
  • Días adicionales de descanso o permisos para asuntos personales.

Empresas como Google y Microsoft han apostado por esquemas laborales más flexibles, lo que ha mejorado la satisfacción y productividad de sus empleados. Esta flexibilidad contribuye directamente al bienestar laboral.

 

4. Acceso a recursos de apoyo para la salud mental en empresas

Contar con herramientas y programas de apoyo psicológico dentro de la empresa es una inversión valiosa. Algunas estrategias incluyen:

  • Programas de asistencia psicológica confidenciales.
  • Talleres de manejo del estrés y mindfulness.
  • Espacios de descanso dentro de la oficina.

Un caso exitoso es el de LinkedIn, que ofrece a sus empleados suscripciones a aplicaciones de meditación y programas de bienestar mental. Esto demuestra un compromiso tangible con la salud mental en empresas.

 

5. Reconocer y valorar el esfuerzo

Muchas veces, el desgaste emocional proviene de la falta de reconocimiento. Sentirse valorado es un factor clave para la motivación laboral y el compromiso en el capital humano/recursos humanos de una organización. Algunas prácticas efectivas incluyen:

  • Agradecer públicamente los logros de los empleados.
  • Ofrecer incentivos o bonificaciones por desempeño.
  • Crear un ambiente donde se celebre el esfuerzo y no solo los resultados.

Empresas como Zappos han implementado programas de reconocimiento entre empleados, lo que ha fortalecido el sentido de comunidad y pertenencia dentro de la organización. Una buena gestión del desempeño incluye un sistema robusto de reconocimiento

El Cambio Empieza Hoy: Construyendo un Futuro Laboral Más Humano

Transformar la cultura empresarial para priorizar la salud mental no es un proceso inmediato, pero es urgente y necesario. Las empresas que lo entienden no solo verán mejores resultados, sino que contribuirán a un mundo laboral más humano, justo y sostenible. La salud mental en empresas ya no es un extra, sino una necesidad estratégica.

Cada acción cuenta. Desde cambiar la forma en que los líderes interactúan con sus equipos hasta flexibilizar políticas internas, todas estas iniciativas ayudan a construir un ambiente donde las personas puedan desarrollarse sin sacrificar su bienestar. Al final del día, una empresa está hecha de personas. Y cuidar de ellas es la mejor estrategia a largo plazo.

Preguntas Frecuentes (FAQ)

  • ¿Qué es el burnout y cómo lo previene una buena cultura empresarial? El burnout es un síndrome de agotamiento físico y emocional extremo, cinismo y baja eficacia profesional, causado por estrés laboral crónico. Una cultura empresarial que prioriza la salud mental lo previene mediante la gestión de cargas de trabajo, el fomento del equilibrio vida-trabajo y el reconocimiento del esfuerzo.
  • ¿Por qué es importante invertir en salud mental en el trabajo? Invertir en la salud mental de los empleados no solo mejora su bienestar, sino que también aumenta la productividad, reduce el ausentismo y la rotación en empresas, y fomenta un ambiente de trabajo más positivo y creativo. Además, mejora la reputación de la empresa y atrae el talento.
  • ¿Cómo puedo identificar si mi empresa tiene una cultura laboral tóxica? Señales de una cultura laboral tóxica incluyen alta rotación de personal, niveles elevados de estrés y quejas, falta de comunicación, liderazgo autoritario, y una sensación generalizada de desvalorización del empleado. Una mala gestión del desempeño también puede ser un indicador.

Bienestar Laboral: ¿Cómo Construir Espacios de Trabajo Más Humanos? Leer más »

Salud Mental en Empresas

Salud Mental en Empresas: ¿Cómo Fomentar un Bienestar Real?

Salud Mental en Empresas

Durante años, hablar sobre la salud mental en empresas y en el entorno laboral era casi un tabú. Se esperaba que los empleados dejaran sus problemas en la puerta y que la productividad fuera el único termómetro del desempeño. Sin embargo, el panorama está cambiando, y cada vez más organizaciones reconocen que la salud mental en empresas no es solo un asunto individual, sino un componente clave para una cultura organizacional y un bienestar laboral efectivos.

Este cambio de mentalidad no ha ocurrido de la noche a la mañana. Factores como la pandemia, el auge del teletrabajo y una creciente conciencia sobre el bienestar han hecho que los líderes empresariales presten más atención a cómo el ambiente laboral impacta el estado emocional de sus colaboradores. Un trabajador estresado o emocionalmente agotado no solo es menos productivo, sino que también puede afectar el desempeño del equipo y, en consecuencia, el éxito de la organización.

Pero ¿cómo pueden las empresas crear una cultura laboral que promueva la salud mental? No basta con implementar programas de bienestar de manera aislada; es necesario transformar la forma en que se gestiona a las personas, se comunican las expectativas y se reconoce el esfuerzo.

La Cultura Empresarial: Mucho Más que Valores en la Pared

Muchas organizaciones tienen una lista de valores corporativos en sus sitios web o enmarcados en sus oficinas, pero la verdadera cultura organizacional se manifiesta en la práctica diaria. La forma en que los empleados interactúan, cómo se toman las decisiones y qué comportamientos se premian o se castigan determinan la experiencia laboral mucho más que cualquier declaración escrita.

En una cultura laboral sana, los trabajadores sienten que tienen voz, que su esfuerzo es valorado y que su bienestar es una prioridad. En cambio, cuando la cultura está marcada por la presión extrema, la falta de reconocimiento o la poca empatía, el estrés y el desgaste emocional no tardan en aparecer. Un entorno tóxico puede generar serias consecuencias para la salud mental, incluyendo el síndrome de burnout.

La Importancia de la Salud Mental en Empresas y el Bienestar Laboral Hoy

Invertir en el bienestar laboral y mental de los empleados trae múltiples beneficios. Cuando los trabajadores se sienten bien emocionalmente, su rendimiento mejora: son más creativos, comprometidos y colaborativos. Según un estudio de la Universidad de Oxford, los empleados felices son, en promedio, un 13% más productivos.

Además, un ambiente que prioriza la salud mental en empresas reduce el ausentismo laboral. El estrés y la ansiedad no solo afectan el desempeño, sino que pueden llevar a enfermedades físicas, lo que se traduce en más bajas médicas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que la depresión y la ansiedad cuestan a la economía mundial aproximadamente 1 billón de dólares al año en pérdida de productividad.

Por otro lado, una cultura organizacional que valora el bienestar de sus empleados mejora la reputación de la empresa. Las nuevas generaciones de trabajadores buscan empleadores que prioricen el equilibrio entre la vida personal y laboral. Empresas que fomentan un ambiente sano y flexible atraen y retienen mejor el talento.

Claves para Fomentar una Cultura Organizacional que Priorice la Salud Mental

Crear un ambiente de trabajo más humano requiere un enfoque integral. No basta con ofrecer beneficios como acceso a terapia si la cultura empresarial sigue promoviendo la sobrecarga laboral y el estrés constante. A continuación, algunas claves:

1. Liderazgo Empático en Empresas

Los líderes tienen un papel crucial en la cultura empresarial. Un jefe que escucha, que muestra comprensión y que se preocupa por el bienestar de su equipo genera un entorno de confianza y apertura. Un liderazgo en empresas empático implica:

  • Fomentar el diálogo abierto sobre el bienestar emocional.
  • Estar atento a señales de agotamiento en los empleados.
  • Demostrar flexibilidad en momentos de crisis personal.

Un ejemplo es la política de «puertas abiertas», donde los empleados pueden acudir a sus líderes sin temor a represalias. Los equipos liderados por personas con inteligencia emocional tienen mejor desempeño y menor nivel de rotación.

2. Comunicación Abierta y Sin Juicios

La cultura del silencio en el trabajo puede ser peligrosa. Cuando los empleados sienten que no pueden expresar sus emociones o preocupaciones sin miedo a ser juzgados, los problemas se acumulan y el estrés se intensifica. Para fomentar una comunicación saludable, las empresas pueden:

  • Implementar encuestas anónimas sobre bienestar.
  • Organizar reuniones periódicas para hablar sobre salud mental.
  • Capacitar a los líderes en escucha activa.

Empresas han implementado reuniones semanales dedicadas al bienestar, donde los empleados pueden compartir cómo se sienten y recibir apoyo.

3. Flexibilidad Laboral

El equilibrio entre el trabajo y la vida personal es esencial para la salud mental en empresas. La rigidez en horarios y modelos de trabajo puede aumentar el estrés y la sensación de agotamiento. Las empresas pueden mejorar este aspecto mediante:

  • Horarios flexibles que permitan adaptar el trabajo a las necesidades personales.
  • Opción de teletrabajo o modelos híbridos.
  • Días adicionales de descanso o permisos para asuntos personales.

Empresas como Google y Microsoft han apostado por esquemas laborales más flexibles, lo que ha mejorado la satisfacción y productividad de sus empleados. (Sugerencia: Enlazar a información sobre estas políticas en Google o Microsoft).

4. Acceso a Recursos de Apoyo

Contar con herramientas y programas de apoyo psicológico dentro de la empresa es una inversión valiosa. Algunas estrategias incluyen:

  • Programas de asistencia psicológica.
  • Talleres de manejo del estrés y mindfulness.
  • Espacios de descanso dentro de la oficina.

Un caso exitoso es el de LinkedIn, que ofrece a sus empleados suscripciones a aplicaciones de meditación y programas de bienestar mental.

5. Reconocer y Valorar el Esfuerzo

Muchas veces, el desgaste emocional proviene de la falta de reconocimiento. Sentirse valorado es un factor clave para la motivación y el compromiso laboral. Prácticas efectivas incluyen:

  • Agradecer públicamente los logros de los empleados.
  • Ofrecer incentivos o bonificaciones por desempeño.
  • Crear un ambiente donde se celebre el esfuerzo y no solo los resultados.

Empresas como Zappos han implementado programas de reconocimiento entre empleados, lo que ha fortalecido el sentido de comunidad y pertenencia dentro de la organización.

Bienestar Laboral

El Cambio Empieza Hoy

Transformar la cultura organizacional para priorizar la salud mental no es un proceso inmediato, pero es urgente y necesario. Las empresas que lo entienden no solo verán mejores resultados, sino que contribuirán a un mundo laboral más humano, justo y sostenible.

Cada acción cuenta. Desde cambiar la forma en que los líderes interactúan con sus equipos hasta flexibilizar políticas internas, todas estas iniciativas ayudan a construir un ambiente donde las personas puedan desarrollarse sin sacrificar su bienestar.

Al final del día, una empresa está hecha de personas. Y cuidar de ellas es la mejor estrategia a largo plazo.

Preguntas Frecuentes

¿Cuál es el primer paso para mejorar la salud mental en mi empresa?

  • Comenzar por escuchar a los empleados es fundamental. Realizar encuestas anónimas o abrir canales de comunicación honesta puede ofrecer una visión clara de las necesidades y preocupaciones actuales respecto al clima laboral.

¿Cómo impacta el liderazgo en empresas en el clima laboral?

  • El estilo de liderazgo en empresas es determinante. Un liderazgo empático, que se comunica abiertamente y valora a las personas, fomenta un clima laboral positivo, de confianza y reduce el estrés.

¿Qué rol juega la cultura organizacional en la prevención del burnout?

  • Una cultura organizacional que promueve el equilibrio vida-trabajo, reconoce el esfuerzo, ofrece apoyo y evita la sobrecarga constante es crucial para prevenir el burnout y fomentar el bienestar laboral.

Y tú, ¿qué medidas está tomando tu empresa para priorizar el bienestar laboral y la salud mental?


Te invitamos a leer esta columna que creemos que te puede interesar!

 

Salud Mental en Empresas: ¿Cómo Fomentar un Bienestar Real? Leer más »

Desafíos psicológicos en el trabajo

Desafíos psicológicos en el trabajo

Hace tiempo que en el mundo de las empresas desapareció la idea de que los trabajadores son algo parecido a robots. Ahora bien, del mismo modo en que el aspecto humano de las empresas debe ser considerado para mejorar el bienestar de los trabajadores, también hay que conocer los desafíos psicológicos en el trabajo que pueden aparecer, ya que de esa manera se pueden establecer medidas de prevención. La motivación es fundamental, pero también lo es la salud mental.

Principales problemas psicológicos asociados al trabajo

Teniendo en cuenta que el ámbito laboral es un contexto en el que pasamos muchas horas al mes, no sorprende que en él puedan darse las condiciones para desgastar nuestra salud mental en relativamente poco tiempo: un error en el modo de trabajar o una mala gestión de los RRHH puede llegar a pasarnos factura muchas veces y con una frecuencia muy alta. En este sentido, veamos cuáles son los principales problemas psicológicos especialmente vinculados al puesto de trabajo en empresas con dinámicas disfuncionales.

Síndrome de Burnout (estar quemado)

El Síndrome de Burnout (también llamado simplemente «Burnout» o «síndrome del trabajador quemado») es un tipo de estrés laboral conocido como crónico. Las psicólogas norteamericanas C. Maslach y S. Jackson definieron el Síndrome de Burnout como «un síndrome de cansancio emocional, despersonalización, y una menor realización personal, que se da en aquellos individuos que trabajan en contacto con clientes y usuarios». Las personas que lo sufren encuentran agotamiento y cansancio emocional a la hora de enfrentarse a su trabajo, se encuentran diferentes y despersonalizados y deshumanizados a la hora de realizar su trabajo y de relacionarse con las personas que hay en él (en profesiones en las cuáles se atiende al público, las relaciones que establece el trabajador afectado por el burnout con los usuarios es totalmente despersonalizada y desnaturalizada).

Dificultades en la relación con los compañeros

En el entorno laboral pasamos muchas horas y allí entablamos diferentes relaciones con compañeros y jefes. Pueden surgir problemas de relación y conflictos en el ámbito laboral con nuestros compañeros y/o jefes y esto puede ocasionar que nuestra salud mental se resienta.

Estrés laboral

En muchas ocasiones en nuestro trabajo nos sentimos sometidos a una excesiva presión y sobrecarga y no sabemos cómo gestionar y manejar esa sobrecarga y estrés. La tensión y presión que sentimos en nuestro trabajo hacen que se resienta nuestro equilibrio psicológico personal y esto también conduce a que se deterioren nuestras relaciones familiares y sociales. El acudir a un psicólogo puede ayudarnos a encontrar estrategias que nos permitan gestionar y manejar adecuadamente nuestro estrés laboral, para así podernos sentir mejor.

Estrés laboral

Mobbing o acoso laboral

El acoso laboral o acoso moral en el trabajo, conocido comúnmente a través del término inglés mobbing: ‘asediar’, ‘acosar’, ‘acorralar en grupo’, es tanto la acción de un hostigador u hostigadores conducente a producir miedo, terror, desprecio o desánimo en el trabajador afectado hacia su trabajo, como el efecto que produce en el trabajador. Esta persona o grupo de personas reciben una violencia psicológica injustificada a través de actos negativos y hostiles en el trabajo por parte de sus compañeros o superiores. Dicha violencia psicológica se produce de forma sistemática y recurrente durante un tiempo prolongado. La persona que sufre el acoso en el trabajo termina sintiendo miedo y pánico al momento de enfrentarse a su trabajo. Su salud mental se resiente; se perturba su equilibrio psicológico. Los efectos psicológicos que tiene el acoso sobre la persona afectan a todas las esferas de su vida personal, social y familiar.

Desmotivación con el trabajo

En muchas ocasiones nos sentimos frustrados y desmotivados a la hora de realizar nuestro trabajo, perdemos autoeficacia y no nos sentimos autorrealizados en nuestro desempeño. Nos sentimos muy bloqueados e inseguros a la hora de desempeñar nuestro trabajo adecuadamente y no sabemos cómo abordar esta situación para poder encontrarnos mejor con nosotros mismos y con nuestro trabajo donde pasamos largas jornadas.

Pérdida de empleo y problemas económicos que esto conlleva

En la actualidad muchas personas se encuentran en el paro, por lo que su autoestima, autoeficacia y autorrealización se resienten y no encuentran el modo de poder sentirse útiles de nuevo. Sienten que no pueden hacer frente a las necesidades económicas básicas, se sienten deprimidos y en muchas ocasiones desesperanzados por su futuro. Su salud mental se resiente y también se resienten las relaciones que establecen con sus familias y con su entorno social.

Prevención de los problemas de salud mental relacionados con el trabajo

Para prevenir los problemas de salud mental en el trabajo hay que gestionar los riesgos psicosociales en el lugar de trabajo. La OMS recomienda que los empleadores lo hagan mediante la implementación de intervenciones institucionales directamente dirigidas a las condiciones y los entornos de trabajo. Se entiende por intervención institucional la que evalúa y luego mitiga, modifica o elimina los riesgos para la salud mental en el lugar de trabajo. Entre esas intervenciones figuran, por ejemplo, la facilitación de modalidades de trabajo flexibles o la implementación de marcos para hacer frente a la violencia y el acoso en el trabajo.

Protección y promoción de la salud mental en el trabajo

Para proteger y promover la salud mental en el trabajo hay que fortalecer las competencias encaminadas a que se reconozcan los problemas de salud mental en el trabajo y a que se tomen medidas al respecto, en particular de las personas responsables de supervisar a otras, como los administradores.

Con el fin de proteger la salud mental, la OMS recomienda lo siguiente:

  • Capacitar a los administradores en la esfera de la salud mental para ayudarles a que reconozcan y respondan a las dificultades de las personas con angustia emocional a quienes supervisan; desarrollen competencias interpersonales como la comunicación abierta y la escucha activa; y comprendan mejor de qué manera los factores estresantes en el trabajo pueden afectar a la salud mental, y cómo pueden gestionarlos.
  • Capacitar a los trabajadores en las cuestiones y la sensibilización respecto de la salud mental, para mejorar el conocimiento en ese ámbito y reducir la estigmatización respecto de los trastornos mentales en el trabajo.
  • Intervenciones dirigidas a las personas para que desarrollen aptitudes que les permitan gestionar el estrés y reducir los síntomas relacionados con la salud mental, incluidas intervenciones psicosociales y oportunidades de actividad física recreativa.

Apoyo a los trabajadores con problemas de salud mental para que participen y prosperen en el trabajo

Las personas que viven con problemas de salud mental tienen derecho a participar en el trabajo de forma plena y equitativa. La Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad proporciona un acuerdo internacional para promover los derechos de las personas con discapacidad (incluida la discapacidad psicosocial), también en el entorno laboral. La OMS recomienda tres intervenciones para apoyar a las personas con problemas de salud mental que quieren obtener y mantener un trabajo y participar en él, a saber:

  • Los ajustes razonables en el trabajo adaptan los entornos de trabajo a las capacidades, necesidades y preferencias de los trabajadores con problemas de salud mental, y pueden consistir en facilitar a determinados trabajadores horarios flexibles, tiempo adicional para completar las tareas, asignaciones modificadas a fin de reducir el estrés, tiempo libre para citas de salud, o reuniones regulares de apoyo con los supervisores.
  • Los programas de reincorporación al trabajo combinan la atención dirigida al trabajo (por ejemplo, mediante ajustes razonables o el regreso gradual) con la atención clínica continua para apoyar la reincorporación significativa después de una ausencia relacionada con problemas de salud mental, y al mismo tiempo reducen los síntomas de trastorno mental.
  • Las iniciativas de empleo con apoyo ayudan a las personas con graves problemas de salud mental a obtener trabajo remunerado y mantenerse empleadas mediante un apoyo continuo en materia profesional y de salud mental.

Creación de un entorno propicio al cambio

Tanto gobiernos como empleadores, en consulta con las principales partes interesadas, pueden ayudar a mejorar la salud mental en el trabajo estableciendo un entorno propicio al cambio. En la práctica, esto significa fortalecer los siguientes elementos:

  • El liderazgo y el compromiso con la salud mental en el trabajo, por ejemplo a través de la integración de la salud mental en las políticas laborales pertinentes.
  • La inversión de fondos y recursos suficientes, por ejemplo estableciendo presupuestos específicos para las medidas destinadas a mejorar la salud mental en el trabajo, y poniendo los servicios de salud mental y empleo a disposición de las empresas con menos recursos.
  • El derecho a participar en el trabajo, por ejemplo armonizando las leyes y reglamentos laborales con los instrumentos internacionales de derechos humanos e implementando políticas de no discriminación en el trabajo.
  • La integración de la salud mental en el trabajo en todos los sectores, por ejemplo incorporándola a los sistemas existentes de seguridad y salud ocupacionales.
  • La participación de los trabajadores en la adopción de decisiones, por ejemplo mediante la celebración de consultas significativas y oportunas con los trabajadores, sus representantes y las personas que han tenido experiencia directa con problemas de salud mental.
  • Las pruebas sobre los riesgos psicosociales y la efectividad de las intervenciones, por ejemplo comprobando que todas las orientaciones y medidas en materia de salud mental en el trabajo se han basado en los datos probatorios más recientes.
  • El cumplimiento de las leyes, los reglamentos y las recomendaciones, por ejemplo integrando la salud mental en el ámbito de responsabilidades de las inspecciones nacionales del trabajo y otros mecanismos de cumplimiento.

Te invitamos a leer esta columna que creemos que te puede interesar!

 

Desafíos psicológicos en el trabajo Leer más »

salud física y mental

Salud física y mental en el trabajo remoto

Salud física y mental

El trabajo remoto puede ser exitoso y productivo si se gestiona de forma adecuada. Para muchos, trabajar a distancia significa salir de su zona de confort, pero con el enfoque correcto, este modelo puede resultar revitalizante y atractivo, sin afectar la salud física y mental.

El trabajo ya estaba cambiando rápidamente antes de la pandemia, pero su llegada aceleró aún más el proceso, obligando a muchas empresas a recurrir al Plan B: el trabajo remoto.

El concepto de “horario fijo en puesto fijo” ha sido desafiado, pero un cambio de paradigma tan repentino no está exento de desafíos. Y el trabajo a distancia no es la excepción.

Una conmoción para el sistema

Trabajar desde casa más de uno o dos días seguidos es algo desconocido para muchos, y el reciente cambio en el panorama laboral podría, de forma heterogénea, afectar la salud mental de los empleados.

El trabajo remoto puede impactar la salud mental, especialmente en quienes dependen de la interacción social en la oficina. Según Forbes, el cambio forzado por la pandemia pudo causar un leve deterioro mental. Un informe de 2019 indica que el 22% de los empleados sufre por la dificultad de desconectarse y el 19% por la soledad. Aunque la transición al teletrabajo implica ensayo y error, existen estrategias para proteger el bienestar de los empleados.

Fijar una base sólida: la salud física

La salud física influye directamente en el bienestar mental. Una buena alimentación y ejercicio regular mejoran el estado de ánimo y la concentración. Quienes trabajan desde casa deben evitar la comida chatarra y realizar al menos 20-30 minutos de ejercicio diario. Además, dormir entre siete y nueve horas es clave para la productividad y la salud. Para un mejor descanso, es recomendable reducir el uso de pantallas antes de dormir y optar por la lectura.

Es importante que quienes trabajan desde casa eviten la tentación de la “comida entre horas” y la ingesta de comida chatarra. El aumento de azúcar en sangre que generan estos alimentos impacta negativamente en la concentración durante la jornada laboral.

Los adultos necesitan entre siete y nueve horas de sueño para rendir de forma óptima al día siguiente. Dormir menos o significativamente más puede afectar la productividad y aumentar los problemas de salud física y mental. Para lograrlo, es recomendable evitar la exposición a pantallas antes de acostarse y optar por la lectura.

Mantener una rutina y permanecer disponible

No dejes que el trabajo remoto modifique tus hábitos. Si acostumbras levantarte a las 07:00, tomar café mientras ves las noticias o salir a correr los miércoles por la noche, sigue haciéndolo.

Es crucial que los trabajadores mantengan su rutina a pesar de estar en casa, desde las costumbres matinales hasta el uso del tiempo libre. Conservar la estructura es clave para mantener altos niveles de agudeza y reacción durante la jornada laboral.

Igualmente importante es el cuidado de las relaciones interpersonales y la comunicación con compañeros y gerentes. ¿Por qué no organizar una llamada grupal rápida para hacer status mientras se bebe café? Un descanso así puede ser clave para quienes están acostumbrados a su coffee break de las 10:30.

Mantener el contacto con los compañeros contribuye a cultivar el sentimiento de pertenencia, esencial para la unidad, y supone una buena herramienta de descanso.

Desconectar y mantener tu salud física y mental

Como bien señala The New York Post, con base en un estudio elaborado por investigadores de la Universidad de Keio en Tokio y otras instituciones técnicas, el 35% de los empleados que trabajan remotamente aseguran sufrir un deterioro de la salud mental como resultado del confinamiento.

El informe arroja hechos sorprendentes: el 41.3% de los encuestados confesó tener problemas para separar vida laboral y privada, el 39.9% señaló la falta de ejercicio diario y el 39.7% expuso trabas en la comunicación con sus compañeros.

Es habitual sentir la necesidad de conexión permanente con el equipo de trabajo cuando se opera desde casa. Ahora bien, el trabajo remoto no debería condicionar la eficiencia ni llevarnos a malos hábitos, como emplear frases cortantes tipo “miraré el informe después de cenar”.

De acuerdo con una monografía de la empresa de servicios cloud Digital Ocean, publicada en 2019, el 82% de los empleados especializados en campos tecnológicos de EE.UU. se sienten saturados, mientras que el 52% confiesa trabajar más horas en casa de las que lo hacía en la oficina, y el 40% siente la necesidad de contribuir más que los compañeros que acuden físicamente a sus puestos.

Resulta evidente la importancia de mantener el volumen de trabajo para quienes operan desde casa; no pueden acabar prisioneros de su propio empleo. Mantener una vida social activa sigue siendo tan valioso como antes.

Por un futuro saludable

Las variables que seguirán las empresas para medir la eficacia del trabajo remoto serán, lógicamente, la eficiencia y la productividad. Pero no se pueden dejar de lado otros factores igual de importantes: la moral y el bienestar de los empleados.

La calidad de los resultados se verá afectada si el equipo no es capaz de mantener un equilibrio sano entre trabajo y vida personal. Y no solo eso. Forbes revela que “el 89% de los empleados de empresas que respaldan iniciativas de bienestar tienen más probabilidades de recomendar su organización como un ‘buen lugar de trabajo’”.

Asumiendo la enorme proporción de nuestras vidas que pasamos trabajando, nunca había sido mayor la responsabilidad de las empresas en promover el bienestar de forma activa.

Salud física

Te invitamos a leer esta columna que creemos que te puede interesar!

                                                                                                       Aqui

 

Salud física y mental en el trabajo remoto Leer más »

Alimentación Saludable y la productividad

Alimentación saludable

Diversos estudios sugieren que los hábitos alimenticios pueden influir en la productividad de los empleados. Mantener una dieta equilibrada es clave para prevenir la aparición de distintas enfermedades. El estrés y las presiones en el trabajo pueden afectar la capacidad de los trabajadores para evaluar el entorno de manera objetiva, e incluso provocar trastornos alimentarios. La conexión entre la alimentación saludable y la productividad también se da a nivel interno, mediante la acción de neurotransmisores. De este modo, se subraya la relevancia de una alimentación adecuada para el bienestar general de una persona.

¿Nuestros hábitos alimentarios están relacionados con la productividad?

La alimentación saludable no solo es un hábito o cuestión de salud. Incluso organizaciones internacionales advierten sobre la importancia de medir y adoptar estrategias para abordar este aspecto dentro de las empresas, dado que tendemos a comer en momentos de estrés, a consumir más de lo necesario, entre otros comportamientos. A esto se le llama alimentación emocional.

Algo tan común como comer puede convertirse en una representación de cómo manejamos nuestras emociones y nuestra vida. La alimentación emocional hace referencia a las conductas alimentarias influenciadas por los estados de ánimo y las emociones de las personas, lo que se traduce en hábitos.

Esta conexión entre la alimentación y las emociones nos permite distinguir entre una necesidad biológica y una emocional al momento de comer. La primera está relacionada con el hambre y la supervivencia, mientras que la segunda se genera por el deseo de comer en respuesta a nuestras emociones.

En este último caso, el malestar o vacío emocional se alivia comiendo en exceso, especialmente alimentos ricos en grasas. Algunos optan por alimentos dulces como chocolate, galletas o helados, e incluso hay quienes sienten la necesidad de comer constantemente para calmar su ansiedad.

Partamos de la base de que no es cierto que los seres humanos seamos seres racionales por excelencia y únicos en ello. Somos, como mamíferos, seres emocionales, y usamos nuestra propia razón cuando es conveniente y para justificar u ocultar emociones.

Baja Productividad Relacionada a hábitos poco saludables

Ya desde hace años, organizaciones muy relacionadas con el mundo laboral y de la productividad como la Organización Internacional del Trabajo (OIT) alertan sobre la estrecha relación entre la alimentación de los trabajadores y el empleo, llegando a cuantificar el impacto de una mejora alimenticia en la productividad de las empresas, indicando que una nutrición no adecuada genera una reducción de hasta 30% en dicha productividad.

Así, en estudios como el Food at Work. Workplace Solutions for Malnutrition, Obesity and Chronic Diseases de la OIT El estudio ofrece información sobre cómo las diversas prácticas en el suministro de alimentos en los entornos laborales pueden ayudar a prevenir enfermedades crónicas como obesidad, diabetes y problemas cardiovasculares, al facilitar el acceso a una alimentación saludable.

Además, señala que las inversiones de las empresas en alimentación saludable se ven compensadas por la disminución de los días de enfermedad y accidentes laborales, así como por un aumento en la productividad. Finalmente, resalta la importancia de la relación entre la falta de alimentos y la aparición de fatiga y somnolencia, lo que afecta negativamente.

Hábitos saludables

Estrés, hábitos y alimentación emocional

Entre la alimentación y las emociones existe un complejo vínculo. Tan es así que se denomina con frecuencia al intestino como nuestro segundo cerebro, pues todo lo que comemos puede tener su causa en las emociones y, de igual manera, nuestra dieta puede condicionar nuestro estado anímico y emocional.

Muchas veces hemos dicho que comemos por placer. La comida no solo tiene una función nutritiva; además, el acto de comer es placentero, desestresante.

En casos extremos, las emociones pueden afectar negativamente la digestión, provocando un síndrome de intestino irritable que condiciona posteriormente la calidad de la dieta. Dormir poco está relacionado con la obesidad, pues la falta de sueño genera estrés y se incrementan en el organismo hormonas que elevan los deseos de ingerir alimentos.

Cuando comemos para calmar nuestras emociones, tendemos a elegir alimentos grasos, lo que puede provocar un exceso de grasas en la dieta y causar enfermedades. Esto se debe a que nuestros antepasados, al pasar largos períodos sin comida y en situaciones estresantes, se adaptaron genéticamente a buscar alimentos ricos en energía, como las grasas. De esta manera, las grasas se asociaron con la reducción del estrés en el cerebro, por lo que, en momentos de cansancio, un pastel podría aliviar más el estrés que una manzana.

Contrarrestar el malestar con una buena alimentación

En realidad, cuando nos tomamos una golosina porque nos sentimos tristes, abatidos o deprimidos, lo que estamos haciendo es reforzar este estado de ánimo.

Así pues, el círculo vicioso que se crea provoca una nueva necesidad de seguir alimentándose de ese tipo de productos. A veces promueve incluso un deseo irrefrenable.

Curiosamente, los alimentos sí tienen el poder de contrarrestar el malestar general. Es decir, la depresión, la tristeza o el decaimiento pueden ser combatidos con la dieta. Sin embargo, esta tiene que ser adecuada y sana, como aquellas que contienen alimentos con un alto nivel de triptófano, aminoácido que estimula la liberación de serotonina y nos relaja al tiempo que nos vuelve más felices.

Esos alimentos son, por ejemplo, el chocolate, el plátano, las nueces y el yogur. La asociación que existe entre la alimentación y nuestras alteraciones del ánimo refleja un comportamiento alimentario inadecuado. Se trata de definir mecanismos que posibiliten a los sujetos el enfrentarse a sus problemas sin recurrir a la comida y que, a su vez, permitan regularizar su orden de comida.

  • Lleva un registro de alimentos diarios
  • Pregúntate: ¿se trata realmente de hambre?
  • Disminuye los niveles de estrés ayudándote con ejercicio físico, rutinas de
    paseo diarias, desarrollo de aficiones y de ocio, etcétera.
  • Buscar apoyo cercano o profesional (psicólogo y nutriólogo)
  • Apuesta por un ambiente saludable, evitando tener dulces y comida rápida
    en tu lugar de trabajo y, claro está, también en tu hogar.

¿Por qué hábitos saludable nos hace sentir mejor?

Hábitos alimenticios saludables nos ayuda a sentirnos bien, pues en el intestino existen muchas terminales nerviosas que envían información al cerebro.

Por lo tanto, prevenir alteraciones intestinales, así como llevar una dieta de buena calidad, nos ayuda a mantener bajo control las emociones. Una dieta suficiente en macronutrientes y micronutrientes, con buena cantidad de fibra soluble, de probióticos y de agua, es un mimo a nuestro aparato digestivo y al segundo cerebro del organismo.


Te invitamos a leer esta columna que creemos que te puede interesar!

 

Alimentación Saludable y la productividad Leer más »

Contáctanos
Escanea el código
Hola ¿En qué podemos ayudarte?